jueves, 28 de febrero de 2013

Vuelvo por mis pasos.

Hola Blog, yo no sé si aún alguien te lea y eso me impacienta porque en algún momento juré ser fiel a tu nombre " entre rastros" y ya ni rastro dejo.

Hay momentos en ti que lo deciden todo, momentos que las personas suelen llamar ahora o nunca. Yo no entendía eso hasta hace poco y es que vida, tienes unas formas tan amargas de hacerte sentir que realmente asustas.
Te escribo siempre entre el final de un día y el comienzo de otro, no puedo evitarlo, no puedo dormir. Ahora ya no sé si es insomnio o costumbre o el exceso de café que consumo a diario.
Vivo entre vidas pasadas entre personas que van y vienen en mi vida y nunca se quedan. Ah, ya basta! deja de decirme que me estoy quejando.
No te cuento el día a día porque realmente no hago mucho pero converso litros y litros de ideas desquiciadas con todas las que me conforman. ¿me entiendes? yo creo que aun no olvidas como soy. Podré contarte que intento leer más, o bueno, recuperar mi estado lector de por aquellos tiempos. No termino nada, me quedo en la mitad de todos los libros que me intereso por leer. Lo estoy superando, lo intento, en serio... créeme, lo intento.
En fin, hoy sólo deseaba escribirte una pequeña entrada, para sentir que vives para sentirme aquí.

Añadiré un fragmento de una conversación que mantuve con mi hermano hace un mes. cierto cierto! he aprendido a guardar, recolectar, redactar, preservar con tinta todo aquello que en su momento me parece curioso o se me antoja escribir, y es de ese mismo cuaderno de donde tomo esta conversación.

- Mi hermano (LG)
- Yo (M)

LG: Ojalá y todo lo que quisieras se cumpliera.
M: Quisiera que el tiempo se detuviera.
LG: pero... si el tiempo se detuviera ya no sería tiempo.
M: vaya...
LG: ya ves! el tiempo es importante, hermana.
( seriedad total)

Debo confesar que yo estaba por entrar en un estado depresivo cuando manifesté mi deseo; pero, después de la respuesta que obtuve de mi hermano y considerando su edad quedé realmente sorprendida. Admito que me sentí como una idiota con deseos superficiales y egocéntricos, una vez más mi hermano, mi pequeño, al que fastidio todo el día, me ayudó a salir del pozo.

Gracias jefe porque aunque los años pasen y ya no recuerdes este momento, yo estaré ¡feliz! feliz de haberlo plasmado. Gracias hoy y siempre por ser un arco iris!