Inconsciencia grabada como huella de complicidad.
Ataque al enemigo sin previa revisión.
Prejuicios indecisos que son aliados del rencor, forman parte del caos de aquel detallista autosuficiente.
Inicios marcados a la destrucción de un cuerpo.
Inútil culpa capaz de resisitir las más crueles torturas.
Pensamientos que se mantienen flotando entre lo irreal de las sombras y ausencia, evitan las palabras destruídas por los crímenes ocultos de tu presencia...
Aquellos líderes fingidos en la posición de una derrota son los materialistas respaldados sin autoridad, que lograron hacerte caer en lo vulnerable de tu modificable soledad.
Un deseo intervenido por intereses de victoria, resistencia precisa en un estado de fija humanidad. Falsa inteligencia que acabó con lo profundo de tus ideas en el detenido crecimiento, de lo que sería una persona... Quizá la aparente respuesta a la imposición de un razonamiento que dejó evaporarse...
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