No puedo caminar sobre este puente hecho de torturas, conviviendo con el miedo de no volver a ser yo, tener una sola opción y no poder elegirla. Estar atado a cadenas de realidad, con un candado de temor teniendo como llave la felicidad, que sólo alcanzo con recuerdos que jamás recuperaré.
Saberte importante y no poder reconocerlo.
Tan sólo ser un rastro más, de aquella identidad que nunca volverá a existir...
Muy profundo amiguita, pero aún falta mucho para descubrir tu identidad, hasta yo mismo podría darte fe que a mis 26 años no me descubro tal cual soy, solo supongo quien soy
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